La propagación del coronavirus ha desatado una crisis sin precedentes en la que a muchos emprendedores les está costando ver la luz al final del túnel.
Algunas opiniones de personas destacadas en el universo emprendedor:
Miguel Arias, emprendedor y director de Telefónica Open Future: "No hay que dejarse llevar por el desánimo, esto va a pasar. Eso sí: hay que hacer planes para reducir el negocio, gestionar la ansiedad de los equipos y minimizar los gastos, teniendo en cuenta que puede que dure más de lo previsto", "Es importante la frugalidad inteligente, reducir los gastos superfluos y mirar la caja con más cuidado".
Carlos Blanco, fundador de Nuclio Venture Builder: "hay que tomar medidas urgentes y asegura que aunque impopulares, pueden salvar un negocio de la quiebra. Básicamente se trata de analizar qué costes se pueden evitar y de qué caja se dispone. Hay que emprender un plan de acción y ejecutarlo de manera inmediata". Blanco recomienda analizar cuánto va a afectar la crisis al negocio y, desgraciadamente, ajustar los equipos al máximo.
Pablo Ventura, socio de K Fund: "analizar cómo se van a ver afectados los negocios, y sugiere desarrollar planes para el caso en que esta crisis dure un par de meses (visión optimista) pero también para el caso de que dure mucho más (visión más pesimista)" . Además, las consecuencias de la crisis que plantea el coronavirus van a ser, entre otras, bajadas sustanciales de ventas para los sectores afectados directamente; y ciclos de venta mucho más largos y aplazamiento de pagos para las afectadas indirectamente. Asegura que "las que como canal de ventas utilizaban eventos (ferias) también se van a ver muy afectadas. Estamos intentando, en cada caso, identificar nuevas maneras de vender que aunque pudieran ser menos eficientes antes de esta crisis quizá ahora, al no haber ferias, pueden funcionar". Ventura cree que esos planes de negocio implican medidas y acciones que se han de tomar según vayan pasando las semanas y basados en los planes de ayuda que el gobierno acaba de anunciar. Las más importantes son las que afectan al personal de las empresas. En general, estamos recomendando maximizar la caja disponible para lo que pueda venir. A las afectadas negativamente por la bajada de la cifra de negocio y del interés de inversores y a las afectadas positivamente, estar preparadas para un crecimiento acelerado".
Eneko Knörr, fundador de AngelClub.es, "Los emprendedores somos optimistas por naturaleza y eso va en nuestra contra. Hay que ser realistas y prepararse para todo tipo de escenarios, incluidos los más negativos. Para ello es aconsejable pedir financiación lo antes posible. Ahora mismo es posible conseguirla, pero si se tuerce todo, es posible que ya no se pueda. Y si finalmente resulta que todo va bien, simplemente se anula la línea de crédito y ya está"
Rodolfo Carpintier, presidente de la inversora DaD, "Es momento de hablar con los inversores y con los bancos para conseguir financiación y aguantar todo el tiempo que sea posible". También cree que es el momento de exprimir el máximo de tesorería, y sugiere que los fondos de inversión que participan en start up quizá podrían ayudarlas a sobrevivir. Carpintier opina que "lo que es negativo puede suponer un salto de calidad si sabemos aprovecharlo. En estas circunstancias que vivimos ahora mismo nos vemos obligados a hacer todo online, y esto es una oportunidad única para muchas aplicaciones que hasta ahora no se usaban. Muchas empresas aún no tienen un manejo habitual de herramientas del siglo XXI, y esta es una gran oportunidad para adquirir rápidamente, obligados por la necesidad, conocimiento y saber hacer. Todo esto obliga a reinventar un montón de sistemas, y todo el mundo se ve obligado a utilizar herramientas avanzadas. Se acaba la presencia física en el trabajo y en las reuniones, y también las largas comidas de copa y puro. Ha llegado la hora de crear empresas y pymes del siglo XXI que sobrevivan".
Elena Gómez del Pozuelo, presidenta de Womenalia y fundadora de BebedeParis.com "No sirve de nada ponerse nervioso. Hay que agarrarse como un clavo ardiendo a los aspectos positivos y centrarse en que esto es una crisis temporal que va a durar dos o tres meses como máximo", Una de las oportunidades que ofrece es estrechar el vínculo con clientes y empleados. "En estos momentos hay que tener una comunicación constante con el equipo y los clientes. Darles cariño y adaptarse", comenta. "Hay que recortar todos los gastos que se puedan. Eso incluye los salarios, reduciendo horarios o dando la opción de que cojan vacaciones. En mi plantilla tengo 14 empleados y han reaccionado fenomenal. Lo importante es explicar bien las cosas y transmitirles que esto es temporal y que la empresa hará todo lo que pueda por reducir sus salarios lo mínimo posible".
En resumen, hay que reaccionar rápido y tomar decisiones, modo supervivencia, pero con las orejas muy abiertas para aprovechar las oportunidades que puedan surgir.
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