Madrid 25 AGO 2019 - 00:02 CEST Fuente: El Pais FERNANDO BARCIELA
¿Quién ha dicho que en España no hay start-ups potentes? LetGo (que facilita ventas de segunda mano) es, según la revista Wire, una de las más utilizadas en Estados Unidos; Fever (de planes de ocio) es usada por la mitad de los londinenses; Cabify está en más de 100 ciudades de 12 países; Glovo, en 292 ciudades de 26 países, y Wallapop tiene más de 40 millones de usuarios en el mundo. Pese a que muchas start-ups han cerrado o perdido fuelle —Gowex, Bodaclick, EyeOs, Groupalia o Softonic —, España tiene miles de empresas tecnológicas, con unas cuantas marcas reconocidas entre el público. Es el caso de las ya citadas, de Idealista (portal inmobiliario), Infojobs (ofertas de empleo), Busuu (idiomas), eDreams (viajes), Spotahome (alquiler), TravelPerk (viajes de empresa) o Jobandtalent (trabajo online).

¿cual es su receta? Negocios muy escalables, con cifras operativas gigantescas. Busuu va por los 90 millones de usuarios; Wallapop por los 40 millones; Idealista recibe 75 millones de visitas al mes y Freepik (archivo gráfico) registra más de 100 millones de descargas mensuales. Creada en 2016, Lingokids (idiomas) ya tiene siete millones de usuarios. Las empresas de venta directa online (B2C en la terminología anglosajona que impera en este sector) muestran también cifras de vértigo. Carto (geolocalización) tiene más de 2.000 clientes en el mundo, Worldsensing (Internet de las cosas y sensores) controla 600 instalaciones internacionales (Torre Eiffel, metro de Los Ángeles…) desde Barcelona. Todas las grandes, un centenar, tienen presencia internacional. Además de las citadas Cabify y Glovo, Kantox (transferencias) está en 70 países, LetGo en 40 y Bodas.net, ahora Wedding Wire, en 14.

Otro factor es que, si bien el grueso de las grandes start-ups españolas trabajan en comercio electrónico, viajes o moda, empiezan a proliferar las firmas de deep tech, las que generan soluciones tecnológicas para la banca o la industria. De hecho, la empresa emergente española que más cara se vendió fue AlienVault (ciberseguridad), adquirida por AT&T por 540 millones de euros. Entre las más reconocidas estarían Carto, Devo (big data), Sherpa (asistentes personales), RedPoints (ciberseguridad), Stratio (big data), Nextail (inteligencia artificial), Libelium o Worldsensing (ambas dedicadas al Internet de las cosas). Se trata de firmas que han desarrollado soluciones únicas. “No tenemos ningún competidor en España”, asegura Ignasi Vilajosana, fundador y responsable de Worldsensing. “Y solo dos fuera, en el Reino Unido y EE UU”. Empiezan también a proliferar en la robótica. En la clasificación de EU Startups, entre las 20 mejores de Europa hay tres españolas. Una es Cyber Surgery, que, según su fundador, Jorge Presa, ha creado “un asistente robótico para operaciones de columna”. La generación de empresas tecnológicas impulsada por fondos de capital para fases iniciales o venture capital especializados, como Adara Ventures, Bullnet Capital, Kibo Ventures o Nauta Capital, ha superado las expectativas. Este grupo ha invertido en más de 100, de las que unas cuantas valen ya decenas de millones de euros.
Lo importante es que estamos en un movimiento que coge velocidad año a año. Según la publicación EU Startups, España contaría (2018) con 3.258 empresas tecnológicas funcionando; en 2017 eran solo 2.715. Y hay varios miles más en proceso de prelanzamiento.
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